Las orquídeas son flores hermosas, exóticas y elegantes, y es por eso que son tan populares entre los amantes de las plantas. Son un adorno ideal para cualquier hogar, oficina o jardín. Para que estas florezcan y prosperen, es importante brindarles las condiciones adecuadas, por ello su cuidado puede ser un poco intimidante para aquellos que son nuevos en la jardinería. Afortunadamente, es más fácil de lo que parece y con un poco de paciencia y dedicación, cualquiera puede tener éxito en el cuidado de estas flores.
Vivero Flor y Miel te comparte algunos consejos para ayudarte a mantener a tus orquídeas en buen estado.
Lo primero que debes tener en cuenta es la luz. Las orquídeas necesitan luz brillante, pero indirecta. Si las pones en un lugar donde reciban luz directa del sol, las hojas se quemarán al igual que la flor y botones. Por otro lado, si no reciben suficiente luz, las hojas se volverán pálidas, abortará los botones y las flores durarán menos tiempo de lo normal. Busca un lugar cerca de una ventana donde la luz del sol no sea directa, puede ser una ventana con cortinas muy delgadas.
La humedad también es importante para el cuidado de las orquídeas. A diferencia de muchas otras plantas, las orquídeas prefieren un ambiente húmedo, temperaturas frescas, pero no frías. Puedes mantener un nivel adecuado de humedad rociando regularmente la planta con agua (solamente a las hojas). La temperatura ideal para las orquídeas está entre 16° y 24° C.
El riego es otro factor importante en el cuidado de las orquídeas. Hay que tomar en cuenta que no se deben regar demasiado, ya que las raíces pueden pudrirse si están en contacto con agua por períodos prolongados. En su lugar, riégales solo cuando el sustrato esté completamente seco. Si notas que las hojas de la planta están amarillas, es un signo de que está siendo regada en exceso. Regarlas una vez por semana en época de invierno y 2 en verano es lo ideal.
El método que nosotros recomendamos para hacerlo en caso de seguirlas conservando en su envase de plástico es sumergirlas en un recipiente con agua hasta 1 cm debajo de la superficie de la maceta por aproximadamente 5 minutos, después retirarla y dejarla escurrir. En caso de tenerlas en maceta de barro, regarlas abundantemente asegurándose de que no les quede agua estancada.
Cuando las orquídeas están completamente florecidas es necesario regarlas 2 veces por semana ya que la flor consume mas agua y dura menos tiempo húmeda la raíz.
En resumen, el cuidado de las orquídeas es relativamente sencillo si sigues estos consejos básicos. Asegúrate de proporcionar luz brillante e indirecta, mantener un nivel adecuado de humedad, regarlas con moderación y asegurarte que tus macetas tengan buen drenaje. Si sigues estos consejos, tendrás orquídeas hermosas y saludables que durarán mucho tiempo embelleciendo tus espacios.
En un siguiente blog te diremos qué hacer cuando tu orquídea deje de florecer.
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